Si piensas llevar tus botas favoritas de piel y ante durante años, es hora de tomarse en serio su mantenimiento. Desde limpiarlas y acondicionarlas hasta guardarlas adecuadamente, hay muchas cosas que puedes hacer para asegurarte de que tus queridas botas duren mucho tiempo. Con el cambio de estación, ahora es el momento perfecto para pensar en guardar algunos de tus estilos de invierno más pesados hasta que estés listo para volver a ponértelos. Por desgracia, si guardas el calzado de forma incorrecta, pueden producirse daños irreversibles. He aquí nuestra guía paso a paso para evitar los errores más comunes y mantener tus botas en perfecto estado.
Dependiendo de la frecuencia con que lleves tus botas de ante o piel, te recomendamos limpiarlas al menos una vez a la semana, aunque lo ideal sería pasarles un trapo rápido después de cada uso. Por supuesto, debes tratar las manchas y marcas específicas cuando aparezcan. Antes de pensar en guardar las botas durante más tiempo, es fundamental que las limpies a fondo para evitar que la suciedad se incruste. Hemos reunido nuestros mejores consejos para limpiar tus botas de ante y de piel.
Acondicionar tus botas mantiene su aspecto, haciendo que el cuero o el ante sean más flexibles y resistentes a las grietas, además de ayudar a evitar arañazos o marcas del uso diario. Es importante comprar un producto acondicionador desarrollado específicamente para ante o cuero.
Acondiciona tus botas una vez hayas completado los pasos de limpieza anteriores, asegurándote de que el producto se distribuye uniformemente utilizando un paño suave y limpio.
Mantener la forma de tus botas favoritas es clave para guardarlas correctamente. A corto plazo, cuando las botas están en tu armario o zapatero:
Las botas, sobre todo las altas, pueden perder su forma o desarrollar arrugas si no se guardan correctamente.
Tus botas deben guardarse en un lugar fresco y seco. Evita la luz solar directa, ya que puede desteñir el color de tus botas, sobre todo si están hechas de materiales naturales.
No apiñes las botas. Asegúrate de que haya espacio entre cada par para permitir la circulación del aire, que ayuda a prevenir el moho.
Incluso cuando están guardadas, es buena idea revisar periódicamente las botas. Elimina el polvo, asegúrate de que mantienen su forma y resuelve cualquier problema que pueda surgir.
Si tienes varios pares, rota los que uses con frecuencia. Esto evita el uso excesivo de un solo par y alarga la vida útil de todas tus botas.
Con nuestra guía, cuidar y guardar tus botas debería ser bastante sencillo. Sin embargo, hay algunos errores comunes que debes tener en cuenta. Esto es lo que debes recordar...
- Deja que el calzado mojado se seque de forma natural, nunca utilices calor artificial. Un consejo práctico es utilizar una horma o rellenarlos con papel de periódico para ayudar a mantener la forma de los zapatos mientras se secan.
- Prueba a utilizar un spray protector que te ayudará a protegerlos de las manchas y de la penetración del agua. Ten en cuenta que esto no hará que tus zapatos sean impermeables.
- Un zapatero puede sustituir las punteras, pero evita que se desgasten: caminar sobre punteras metálicas o de goma desgastadas es incómodo y daña aún más las botas, incluso las de tacón alto.
- Tu zapatero es tu mejor amigo cuando se trata de mantener tus botas. Lleva las botas a un zapatero cuando veas cualquier signo de desgaste. Ellos les darán una nueva vida a tus botas, ya sea con el mantenimiento de la piel, sustituyendo una cremallera, volviendo a poner la suela o el tacón.