Para muchos, comprar un par de botas de piel de alta calidad es una inversión, así que, naturalmente, quieres que tus botas tengan buen aspecto y duren lo máximo posible antes de ir al zapatero o comprar un par nuevo. Esto es especialmente cierto si tienes un par de nuestras botas que se ajustan a la pantorrilla como ninguna otra bota. ¿Cuál es la solución para que tus botas duren lo máximo posible? Los cuidados posteriores. Sí... lo sabemos... pensar en betún y crema no es ni la mitad de emocionante que pensar en un precioso par de botas nuevas, pero sigue siendo importante asegurarse de que puedes llevar cada par el mayor tiempo posible.
¿Por qué son tan importantes los cuidados posteriores?
Sencillamente, el cuidado posterior adecuado:
Mantener el color de tus botas más fresco durante más tiempo
Mantener la piel tan flexible y suave como sea posible
Evitar el desgaste
Evitar los daños causados por el agua
Ayudar a prevenir las manchas
Aquí tienes nuestros 5 mejores consejos, sin ningún orden en particular, para el mejor cuidado posterior de las botas de piel...
Nutrelas
El cuero, como material orgánico, es especialmente propenso a sufrir daños por los elementos. Echa un vistazo a tus botas: ¿hay algún cambio de color? ¿Sientes el cuero un poco seco o áspero? Si es así, ¡la crema para cuero es tu amiga! Pon una gota de crema del tamaño de un guisante en un trapo o paño y aplícala en las botas. Te adorarán. Nuestra crema para cuero está disponible en negro o transparente.
Ayúdales a brillar
Si el color empieza a apagarse, o si quieres dar a tus botas un retoque rápido para una salida o un evento, utiliza pulimento para cuero con regularidad para mantener su mejor aspecto. Te ayudará a protegerlas del agua y los arañazos, ¡así que merece la pena hacerlo! Ofrecemos abrillantador para cuero en negro o transparente.
Mantenlas protegidas
Si has comprado botas de piel más blanda, como ante o nobuk, es importante protegerlas de la humedad. El spray protector es imprescindible, ya que ayuda a repeler el agua, el barro y la nieve para evitar que se manchen. Para obtener los mejores resultados, rocía las botas antes de usarlas por primera vez, y después a intervalos regulares.
CONSEJO: Utiliza un cepillo para ante para eliminar las marcas de las botas de ante o nobuk.
Por muy cuidadosos que seamos, los accidentes ocurren, ¡pero no te preocupes! Si tus botas están dañadas por el agua, sigue estos sencillos pasos para que vuelvan a estar bonitas:
Rellena las botas con papel de periódico y déjalas secar a temperatura ambiente durante 24 horas. Asegúrate de no dejarlas al calor directo o en un ambiente caluroso, ya que se dañarían por el calor.
Cuando las botas se hayan secado, rocíalas de nuevo para proteger el cuero.
Si tus botas son de piel de pelo de animal, charol o polido, echa un vistazo a nuestras
Preguntas frecuentes para obtener información más específica.
Guárdalas con seguridad
Cuando lleguen los meses más cálidos, probablemente querrás guardar tus botas ajustadas a la pantorrilla y tus botines hasta el próximo otoño. En el caso de las botas altas hasta la rodilla, es esencial guardarlas en las armadillas para evitar que se inclinen hacia un lado y se arruguen en el tobillo. No queda bien y acabarás con unas botas tristes y cansadas.
Lo ideal es que, si conservas la caja, guardes las botas en ella para protegerlas del sol y evitar que se llenen de polvo. Simplemente apila unas sobre otras para ahorrar espacio.
Dales un descanso
Por último, aunque resulte tentador llevar las botas todos los días, esto provocará un desgaste rápido. Así que deja descansar tus botas con frecuencia durante un día o dos.
